Amistad, término a veces echado a perder, abusado, consumido, usado mal en estos tiempos.
Pero para mí, alto, altísimo, tomado en su dimensión autentica, original, primigenia. Jamás he llamado amiga a una persona que no conozco o que conozco poco. Ni jamás la llamaré. Ni tampoco he confundido el conocido, el simpático, el atractivo, el estimado, con el amigo. Ni jamás lo confundiré. Escribo y hablo de la amistad porque esta, en su dimensión madura y responsable, es fuente de gozo y de sentido. No es privación, huida, costumbre, cotidianeidad, normalidad, comodidad o interés.
Es una capacidad.
Es el lugar para la vida eterna.
Así pensada, la amistad es un continuo viaje
Interior, fascinante, aun si, a veces, doloroso. Para llegar a la dimensión de amistad que entiendo, se tiene que limpiar el propio corazón de los mecanismos perversos de la personalidad que mistifican, quitan responsabilidad, hacen imposible la relación con la verdad, consigo mismos, con los demás, con Dios. Ser verdaderos amigos quiere decir despertarse continuamente a nueva vida.
1 Commento
si, l’amicizia è saper mettersi in confronto con un altro o un’altra mai cerca di prevalere.L’amicizia costruisce non distrugge.. ecco che è importante conoscere la persona con la quale si vuole costruire qualcosa insieme…L’uomo ama solo ciò che conosce e conosce solo ciò che ama…