Duermen los sauces
Sobre el estaño
A esta hora
Se llega demasiado tarde
Los ojos llenos de dolor
Después de haber cruzado ríos de lágrimas
Y escuchado el viento ulular
A través de los vidrios quebrados de la casa.
Calles rojas
Verdes olivares
Doce calaveras de cristal
Suben resplandecientes
Desde el mar de niebla.