Precisamente en estos tiempos consulto constantemente publicaciones de compañeros o intelectuales que explican y demuestran cómo el amor de pareja sea insondable, inexplicable, o incontrolable, afirman que es justo que así sea.
Más bien, algunos en televisión, se empeñan en decir que es necesario, estructural, que el amor contenga en sí mismo la enfermedad, la patología. De esto procede, según ellos, la carga transgresiva, subversiva, dispuesta a vivir en la pareja, todo lo lícito.
Si así fuera, si se tiene que esperar a hacer emerger los propios fantasmas negativos, desconocidos, mortales, cuando se está en pareja, cuando se está enamorado, entonces mis investigaciones, sea como psicoanalista sea como escritor no servirían para nada.
No.
No quiero creer que en los componentes del amor las cosas tengan que permanecer obscuras, ambiguas, indefinibles, que no se pueda comunicar de manera auténtica.
¿Porqué se me dice de todos lados que para hacer funcionar una pareja sirve la mentira, el arreglo?
¿Porqué se afirma que el amor se parece más a la competencia, al odio, que a la amistad, a la complicidad?
Por otro lado, la vida diaria, la realidad en la que vivimos cada día, demuestra que en el núcleo familiar se encuentra el más alto grado de neúrosis, de violencia. Casi siempre las historias de pareja son caminos sórdidos, llevados a la auto destrucción recíproca, a una esencial incomunicación.
¿Porqué todo esto?
Translation by Mariacristiana Massei