Viviendo estas experiencias, con mi hipersensibilidad, desde joven siempre puse la satisfacción de esta sed de felicidad fuera de mí mismo, del otro, de los demás. En Dios. Por esto siempre fui, en el fondo, un hombre espiritual, religioso. Siempre he intuido, de alguna manera, que el ser humano no puede darse la felicidad por sí mismo, ni puede darla otro ser humano. Los momentos de felicidad que vivimos en esta tierra nos ayudan a intuir como va a ser la felicidad eterna, pero la paz interior que yo busco no escluye los sufrimientos, ni busca la felicidad absoluta.
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2 commenti
Hai proprio ragione Valerio. Come e’ facile perdersi e cercare in tante altre cose la realizzazione, magari anche buone, ma lontane dall’essenziale che ci riempie sul serio. E parlo x esperienza personale, con una vita
di continue cadute e ripartenze. Ciao
Caro Valerio,ti posso assicurare che cio’ che ho provato tanti anni fa quando rimasi in coma per due giorni…è una pace indecrivibile aggiunta ad una luce meravigliosa accecante che non esiste sulla Terra…un’esperienza cosi lascia una traccia in noi e ci fa capire che
veramente nell’aldilà esiste la pace vera…una pace indescrivibile che non esiste qui…ecco perchè il nostro corpo e la nostra anima non sono mai saziati,anelano alla vera luce di Dio….