Esta frase la escribí hace más de veinte años en el libro “Para se feliz” publicado pos las Ediciones Paulinas. Pero me parece

siempre actual, a menudo nos ilusionamos de probar emociones autenticas mientras, en realidad, estas son provocadas por otros, por sistemas de comunicación, sobre todo televisivos, estudiados según las exigencias de mercado. Pero nosotros, buscadores de sentido, amigos de Valerio Albisetti, sabemos que nuestra alma no se parece a ningún modelo social estandarizado y no puede y no debe ser manipulada por nadie. Nuestro Dios nos propone siempre, cada segundo del día, la libertad.